
Bariloche
Hace rato que partí
pero no quiero olvidarte.
Aún conservo en mis pupilas
tu deslumbrante belleza
y la poesía que inspiran tus aromas.
El verde de tus pinos,
el azul de tu cielo incomparable,
la quietud de tus lagos
y el blanco de tus picos nevados.
Recuerdo que todas las mañanas
asomada a mi ventana
recibía emocionada la voz de la naturaleza.
Y me sentía parte de ella.
Eso le daba
un verdadero sentido a la vida.
Si hasta cuando las nubes grises
casi me rozaban eras bello,
¡Paisaje de mi Sur tan vapuleado,
tan querido!
Algunas personas no logran comprender
que te ame tanto
y exigen les aclare los por qué
me excita hablar de ti
y sueño regresar...
¡Qué saben ellos lo que es tenerte
en los amaneceres anaranjados,
en el espejo cristalino de tus aguas,
en las montañas,
en la púrpura de tus atardeceres!
¡Qué saben esos
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