Bienvenidos

¡Adelante! ya que estás acá, quedate... y disfrutemos juntos.

Iré recorriendo el abanico de causalidades que ocurren alrededor de lo que más me gusta hacer: comunicarme.
Despojándome de todo ego, el valor más preciado de este espacio será el efecto que mis escritos puedan producir en cada uno de los lectores.

En la sección "Temas" podrás elegir cómo acercarte a mí. Y también hay mucho lugar para la Amistad, y para un convidado de lujo: El Tango
Te invito a que compartamos este camino.

Dale, dejame tus comentarios
...





Marta Pizzo

Entrá a Youtube de Marta


domingo, 23 de marzo de 2008



Entre ellos, la verdad





La mujer y el abogado

se solían encontrar

en un barcito del centro,

cerca de La Catedral.

Ella vestía modesto,

le brotaba la humildad;

apenas para el pasaje

le acostumbraba alcanzar.

Él asomaba apurado,

siempre llegaba detrás

renovando las disculpas

que ella solía aceptar.

Ya llevaban muchos años

de verse en aquel lugar;

tantos, que hasta hubo palabras

halladas sin pronunciar.

Él la miraba a los ojos,

no era necesario más,

mientras buscaba respuestas

en su oculta intimidad.

Respuestas que no tenía,

-o que elegía callar-,

para no herir a una madre

ansiosa de la verdad.

Ella guardaba sollozos

en pañuelos de cristal

que al besar sus intuiciones

se bautizaban en sal.

Aunque pasó mucho tiempo

nunca pensó en claudicar;

la razón de su porfía:

¡Justicia!, no pedía más.

Saludaba al abogado

y partía del lugar

dejando el café inconcluso,

enfermo de impunidad.

Pero un jueves el letrado

a ella quiso acompañar

y marcharon a La Plaza

a buscar la dignidad.