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¡Adelante! ya que estás acá, quedate... y disfrutemos juntos.

Iré recorriendo el abanico de causalidades que ocurren alrededor de lo que más me gusta hacer: comunicarme.
Despojándome de todo ego, el valor más preciado de este espacio será el efecto que mis escritos puedan producir en cada uno de los lectores.

En la sección "Temas" podrás elegir cómo acercarte a mí. Y también hay mucho lugar para la Amistad, y para un convidado de lujo: El Tango
Te invito a que compartamos este camino.

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Marta Pizzo

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viernes, 4 de abril de 2008



Acosada

-¡No quiero verte más!

Sus palabras cortantes parecieron romper la barrera del sonido, pero igual él permaneció inmutable, como si nada.

Era de esperar, ya que habían sido tantas las ocasiones en que se repetía la misma escena: ella ofuscada, aturdida. Arremetiendo contra él, tratando de zafar de su influencia inútilmente... al final siempre caía rendida a sus pies.

Por él, abandonó el cuidado de su jardín, sus plantas tan amadas. Canceló una y mil veces citas con su mejor amiga, con la que solía compartir tardes de charla y confidencias y hasta tuvo que interrumpir la lectura de las noches, perturbada por su tentadora presencia.

Casi siempre se comportaba así; directo, violento, imponiéndole su personalidad multifacética que la hacía pasar en un “tris” de la risa al llanto o viceversa.

Estaba harta. Dispuesta a cortar de una vez por todas la conexión que los unía.

Salió a la calle a respirar aire puro. Recostada sobre el umbral de su puerta, se puso a meditar acerca de la situación.

Era cierto. Si bien él la acosaba, en el fondo era ella la que lo manejaba a su antojo y producía los acercamientos. Inspiró profundamente y su cerebro comenzó a analizar la forma de librarse de tan terrible dependencia. Miró hacia arriba pareciendo descubrir la existencia del cielo. Acarició en su mente algunas palabras: pájaros, naturaleza, sueños, libros, amor, libertad... Pasó un rato así, emocionada, reflexionando.

De pronto, miró su reloj y se quiso morir... ¡Se estaba perdiendo el culebrón de las cinco!
Entró como un huracán, tomó el control remoto y se acomodó en su sillón frente a él, prometiendo que ésta sí sería la última vez.

Por supuesto, no cumplió su promesa.

Año 2000


2 comentarios:

milena dijo...

acosada; me culpo de esta adiccion soy una mas de las que sueñan los mismos sueños rien las mismas risas lloran las mismas lagrimas de los personajes de la telenovela de turno y no me arrepiento dejo este mundo real y parto para uno imaginario dejo de ser quien soy y pertenezco a ese mundo de fantasia suelo mentir en el telefono si hay un llamdo inoportuno y alguna vez se quemo la comida pero no dejo de ver mi telenovela preferida irma

milena dijo...

hay alguien del otro lado de las fronteras que los hombres hacen a gusto y conveniencia que siempre tiene palabras justas y una enorme y fantastica imaginacion para decir cosas a veces romanticas otras tristes y otras divertidas mi amiga poeta Marta toma las telenovelas en broma y si son una broma de escritores que a veces las escriben bien y otras no tanto pero entretienen y tambien suelen decir verdades y mostrar realidades gracias a este maravilla de internet me puedo comunicar con ustedes asi que aprovecho para saludar a todos aquellos que disfrutan lo que escribe mi amiga poeta Marta desde lejos pero siempre cerca irma