Ariel
Semilla de un gemido
que despertó a la tarde
calurosa de enero,
postal del interior;
las sábanas añejas,
como añejo el olvido,
mortal, que te ha elegido
padrón del desamor.
Mirada enrojecida
los ojos de tu padre;
un hombre con las manos
esclavas de sudor,
parecen darse cuenta,
en ése mismo instante,
que la mujer distante
guardó el capullo en flor.
Y ahí va nomás tu historia
colándose en un mundo
hostil y distraído
de pibes sin niñez,
donde lo que lastima
se esconde a bajo precio
y reluce la muerte,
desnuda y descortés.
Después de nueve lunas
tu cuna improvisada
te mentirá escenario,
te encubrirá de amor;
raquítica vergüenza,
fugaz en los pasquines
que mienten tu miseria
con cuentos sin autor.
Ariel te bautizaron,
en migas de alegría;
el banderín de Boca
ya cuelga en un rincón;
afuera la poesía
se muere en una esquina
mientras la villa oculta
1 comentario:
A la Piba de Versalles, la Marta Pizzo, aquí te dejo un comentario con la emoción que despiertan tus palabras, claras, precisas, dolorosas.
¡Bravo, Marta! Lo publico en Artesanías.
cariños, Andrés aldao (el pibe Caballito)
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