Soneto para un niño solo
Diminuta tu sombra en las paredes
de graffitis teñidos e insolentes,
tanto frío crujiendo entre tus dientes,
aferrado a la vida como puedes.
Cual insecto, te atrapan en sus redes
los demás de tu mundo, indiferentes,
desapego en sus almas, tan ausentes
que no importa el infierno a donde ruedes.
Y allí vas... careciente de ternura,
tan ingenuo y pendiente de migajas,
con atisbo en tus ojos de amargura.
Sin amparo, con las defensas bajas,
desvalido, rozando la locura,
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