DESAFÍO
Desde tu pedestal, allí, erguida,
tan alta y aburrida
me miras, desafiante.
Has puesto el ojo en mí,
consigo presentirlo.
Soy tu blanco,
no hay dudas.
Y trato de esquivarte como puedo,
me aparto de tus garras invisibles;
alzo mi vista al cielo, al infinito
queriendo privilegiar a la alegría...
Mas tu te acercas hasta querer tocarme.
Aléjate de mí;
quita tu sinfonía.
No intentes someterme a tu preludio
de vagas e infames melodías.
Si cada mañana que despierto
y decido vivir feliz mi vida
le estás poniendo piedras al camino
queriendo destruir la poesía...
¿Cómo podré vencer a tu hipnotismo?
¿Cómo podré abatir tu hipocresía?
Me aferraré a las ramas más floridas,
al perfume más puro de los días
y no podrás conmigo, te lo juro...
Perversa y vil rutina.
2 comentarios:
..."al perfume más puro de los días..."
Me quedo con esa múscia para saborearla en el silencio.
Gracias Juan Pablo! La vida nos regala esa música cotidianamente. Sólo hay que estar dispuestos. beso
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